Pedalear en pleno mes de agosto a 43 grados puede llegar a ser un poco duro, si a ésto le sumamos subir un puerto de montaña, sin nada de viento y con una bici de 50 kg la cosa se pone inhumana.
Eso fue lo que tuvimos que pasar Jaime y yo éstos días atrás recorriendo parte de la geografía gaditana. Una escapada de 3 días mas que emocionantes.
Salimos de Puerto Real y recorrimos la costa dirección Conil, Los Caños, Barbate... para terminar en Facinas después de 98km de sofocante calor y deseando tirar las bicis en la arena para meternos en el agua corriendo.
Una lucha constante contra el tráfico por la zona del palmar y Caños, es lo que tiene salir un domingo en bici. Comiendo un par de bocadillos que nos hicimos en caños pasaron una pareja de cicloviajeros en un tandem con remolque, bajaban la cuesta tan rápido que no les dio tiempo ni a pararse.
Después de un día agotador Jaime encontró un pequeño merendero en Facinas, alli decidimos dormir aprovechando la fuente que tenia.
Al día siguiente y después de una noche movidita, no se que hace la gente de Facinas paseando a las 4 de la mañana por una pista a 3 km del pueblo... teniamos por delante un día en el que el calor quiso ser el protagonista y no dio tregua alguna. Salimos de Facinas y pedaleamos hacia el valle de Ojen, subiendo el puerto del mismo nombre, por lo que había sido una carretera hace unos años y hoy en día es un carril roto lleno de baches y pedruscos. El carril prosiguió hasta casi llegar a Los barrios y llegando al cruce que teniamos que coger hasta san roque el calor era insoportable, encima para nuestra mala suerte no habia nada llano. Pasamos una hora insoportable y nada mas llegar a una venta entramos a pedir un par de refrescos y agua. Alli estábamos, en una ventita sentados a la sombra intentando pasar el golpe de calor.
Por suerte unos kilometros despúes encontramos unos aspersores que nos refrescaron durante unas horas hasta que pasasen las horas críticas. Ese día después de una cosa y otra terminamos en un camping de Jimena de la frontera en la que nos pegamos una merecida ducha.
Al tercer día el calor dio un poco de tregua y amaneció nublado, una muy buena noticia ya que teniamos el día mas duro de todos, subir hasta puerto galis por la parte de Malaga, una carretera preciosa que cruza el parque natural de los alcornocales. La bajada del puerto hacia Alcalá parecía mas una subida que una bajada... Hubo momentos de rachas fortísimas de viento que nos dio algun susto, justo coincidió una racha fuerte con un cruce de coches y nos fuimos los dos contra el quitamiedos a la vez, menos mal que era una subida e ibamos a 6 km/h, flipando de la velocidad!!!
Mas tarde, después de la dura subida y una bajada de miedo, caímos sin quererlo en la piscina de Alcala, ibamos diciendo, te imaginas que nos encontramos la piscina aqui abajo y no tenemos que subir hasta el pueblo ( con una subida de 3 km), y justo antes de que termináramos la frase nos topamos con ella.
Refrescados y con fuerzas recuperadas hicimos los 50 últimos km casi sin pedalear, volviendo con un viento a favor que nos empujó hasta Puerto Real. Por sorpresa llegamos con la sensación de que podiamos hacer 100 km mas, y eso que ya llevábamos 100 de ese día.
En definitiva, es verdad que cuando estas viajando con tu propia fuerza el camino suele ayudarte en lo que puede. Asi que os animo a todos a que hagais alguna escapada, con pocas cosas, incluso sin tienda de campaña, que en verano a la luz de la luna se duerme muy bien.
Colgaré las fotos en breve, vamos a seguir viajando de una forma alternativa!!! que no hay que ser ciclista, solo tener ganas de viajar.